GUERRILLA CONDITIONS : La presencia de "La revolución electrónica" en la prensa


Acá una selección de algunas de las notas que salieron en diversos medios a causa de los ensayos burroughsianos que acabamos de editar y de las Jornadas William S. Burroughs.

Domingo 1 de noviembre de 2009 / Diario Perfil - Suplemento de Cultura.
La reaparición del hombre invisible, por Matías Serra Bradford.

Sábado 24 de octubre de 2009 / Clarín Cultura.
Publican un libro emblemático de William Burroughs, por Ezequiel Alemian.

Jueves 22 de octubre de 2009 / Buenos Aires Herald.
William Burroughs: The infinite groundbreaker, por Ana Laura Caruso.

Domingo 11 de octubre de 2009 / Página 12 - Radar Libros.
Por un arte impuro, por Carlos Gamerro.

LA REVOLUCIÓN ELECTRÓNICA : JORNADAS WILLIAM S. BURROUGHS

del jueves 22 al sábado 31 de octubre en el CCMOCA
Montes de Oca 169


Con motivo de la publicación de La revolución electrónica de William Burroughs, estas jornadas intentan diagnosticar el destino del cut-up como tecnología puesta en práctica para atenuar el control ejercido por medio del lenguaje y rastrear la expansión que esa forma disruptivo-compositiva ha tendido no sólo en la literatura sino también en diversas disciplinas tales como el cine, la música y las artes plásticas.


PROGRAMA

Jueves 22 de octubre - 20 hs.
MESA REDONDA
Expanded media. William Burroughs y las artes: cine, música y artes plásticas.
A cargo de Pablo Schanton, Rafael Cippolini y Pablo Marín.


Sábado 24 de octubre – 20 hs.
Ciclo de cine
¿Acaso Hollywood nunca aprenderá? El cine según Burroughs.

En paralelo a la utilización del cut-up y como recurso para ampliar sus posibilidades, WSB experimentó en sus escritos con un método al que denominó fold-in, y que consiste en una página doblada en dos, verticalmente pegada sobre otra y luego leídas de corrido como una nueva y misma página. La variación más importante que este método supone respecto del cut-up es que permite utilizar páginas de otros escritores para lograr un número de combinaciones imprevisibles entre el vocabulario propio y el ajeno; “una amplitud infinita de posibilidades” del lenguaje como liberación. Una estrategia estructuralmente política más que un contenido literalmente político, esa búsqueda de una combinatoria infinita e incalculable mediante el corte y el pliegue es, tal vez, una de las mejores maneras de explicar las películas que responden a una de las tradiciones más radicalmente genuinas del cine experimental, conocida como found footage (o metraje encontrado): películas que utilizan fragmentos de películas anteriores para deshacer la idea misma de “películas”. Y que en este programa están representadas por dos grupos bien divisibles de cineastas. Uno de norteamericanos contemporáneos y cercanos a Burroughs (física y conceptualmente), compuesto por los artistas visuales críticos Joseph Cornell, Wallace Berman y Bruce Conner. El otro, europeo e integrado por Jürgen Reble, Peter Tscherkassky y la dupla Thomas Draschan-Stella Friedrichs, representa la influencia actual del escritor en la práctica cinematográfica más radical. Lo que articula ambas partes, sin embargo, es una apuesta total al recorte (al montaje como metamorfosis: de Eisenstein a Debord) y al trabajo de reconstrucción detectivesca bajo parámetros casi siempre paranoicos y libertarios, siempre novedosos. Sus películas constituyen un último llamado al cine por parte del cine que, en su avance decisivo contra la intoxicación hollywoodense, parece resuelto a desplegar sus condiciones de guerrilla en respuesta a la proclama del inspector J. Lee, de la Policía de Nova: Pueblos de la tierra, los han envenenado.
Pablo Marín

Detalle del programa:

A Movie, de Bruce Conner (1958, Estados Unidos, 12')
Aleph, de Wallace Berman (1956-1966?, Estados Unidos, 8')
Manufraktur, de Peter Tscherkassky (1985, Austria, 3')
Valse Triste, de Bruce Conner (1977, Estados Unidos, 5')
Rumpelstilzchen, de Jürgen Reble (1989, Alemania, 15')
By Night with Torch and Spear, de Joseph Cornell (1940s?, Estados Unidos, 8')
To the Happy Few, de Thomas Draschan & Stella Friedrichs (2003, Alemania/Austria/Luxemburgo, 4')

Entrada $5



Jueves 29 de octubre – 20 hs.
MESA REDONDA
Influenza. La presencia de William Burroughs en la literatura argentina.
Tres escritores, Marcelo Cohen, Enrique Symns y Oliverio Coelho reflexionan sobre la influencia de Burroughs en su escritura.



Sábado 31 de octubre – 20 hs.
CICLO DE MÚSICA
CUT THE MUSIC LINES!!

La presencia de William Burroughs en la música y la cultura rock ha sido ya largamente reseñada. Su obra y su figura, devenida ya un icono de la contracultura, ha trascendido los límites de la literatura para proyectarse sobre ese campo de múltiples maneras: algunas bandas, Steely Dan y Soft Machine por ejemplo, adoptaron directamente sus nombres inspirados en conceptos burroughsianos; otras le dedicaron discos o canciones; y algunos artistas de la talla de Laurie Anderson, Tom Waitts, Kurt Cobain, Sonic Youth o John Cale hasta llegaron a trabajar mano a mano con él. Sin embargo, es quizás la cultura industrial, surgida a fines de los setenta con grupos como Throbbing Gristle, Cabaret Voltaire, Psychic TV, y posteriormente el noise y el sound-art, quienes, inspirados fundamentalmente en el uso (y abuso) estratégico del cut-up, el sonido y la tecnología documentado en La revolución electrónica, continuaron formalmente con su legado. La ejecución de material pregrabado y de una precursora técnica de mixología en tiempos del pre-sampler se volvió para estas bandas algo así como un arma con la que intervenir en una guerra librada contra la cultura pop.



Tres piezas músicales ejecutadas por Alan Courtis, Las Cosas y Estados Sonidos se proponen explorar estas regiones del sonido y del infra-sonido en donde, según Burroughs, también se definen los límites de la influencia psíquica del Control.


METALENJUAGUE - ALAN COURTIS
Una obra basada en grabaciones de voces encontradas de varias partes del mundo en su mayoría en formato cassette. Las cintas fueron procesadas analógica y digitalmente para ser luego editadas y mezcladas conforme a distintos procedimientos. A mitad de camino entre una semiótica “noise” y una desarticulación de lo decible, la composición propone a la disartria (una perturbación en la articulación de los fonemas causado por lesión del sistema nervioso) en tanto posible valor expresivo. Un intento de desandar el sentido desde el fenómeno acústico o tal vez la aparición de una paralinguística cuya premisa principal sea: el lenguaje como Enjuague Sonoro.

ALAN COURTIS, músico nacido en Buenos Aires en 1972. Miembro fundador del grupo Reynols y actualmente integrante de ÜL, Strountes, L’Autopsie a révélé que la mort était due a l’Autopise, Daddy Antogna & los de Helio, Mutantea e innumerables proyectos. Tiene más de 200 discos editados por sellos de todo el mundo y ha realizado extensas giras por Japón, Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Ha colaborado en vivo y en estudio con artistas como: Pauline Oliveros, Lee Ranaldo (Sonic Youth), Damo Suzuki (Can), Yoshimi (Boredoms), Eddie Prevost (AMM), Rick Bishop (Sun City Girls), RLW (P16.D4), Kawabata Makoto (Acid Mothers Temple), Chris Corsano, Mats Gustafsson, KK Null, Jaap Blonk y Lasse Marhaug.
www.myspace.com/courtis


PIEZA ABSTRACTA SOBRE LA MUERTE DE UN ALIEN SUBLIMINAL - LAS COSAS VS. THE DREAM MACHINE
Emisiones subliminales inducidas en paralelo por la música de Las Cosas y por estimulaciones visuales estroboscópicas inspiradas en la Dream Machine, un artefacto ideado por Wiliam Burroughs, Ian Sommerville y Brion Gysin. Las señales van siendo aceleradas gradualmente, siempre por encima del tiempo de reacción.
Programa: Obertura en Infrasonido / Modulación intracraneal / Pieza abstracta sobre la muerte de un alien subliminal /Interludio rítmico / Extinciones.

LAS COSAS es una banda instrumental de la ciudad de Buenos Aires formada en 2006 con un disco en su haber (Las Cosas, 2007, PriusDiscos) y otro en camino. www.myspace.com/lascosaspriusdiscos


PARA-BURROS – ESTADOS SONIDOS
A partir de células sonoras aparentemente inofensivas, ¿quiénes asumen los roles? ¿Ser Dios, la muerte, o los infectados? La presión asfixiante de la reproducción cuya inercia moviliza intestinos que leen de las cintas lo que las cintas han dejado del huésped. Tres bases de pura manipulación siempre a punto de volver a los simios contra su propio ombligo y, enroscado en las mandíbulas, el mismo Dios reproductor asfixiante de siempre.

ESTADOS SONIDOS: nada del nombre nos hizo recordar esa palabra cuyo alcance monopolizaron las momias, el olor a muerto nos ahuyento de la "música" y buscamos en los estados del sonido la maleabilidad de los líquidos y de ciertos gases raros. Estados Sonidos se dedica metódicamente a llenar los espacios de infranqueable levedad y combinación frenética, una aliteración que pone en la mesa de suturas la bandeja de un desayuno americano bajo las luces de algunas aves amazónicas. Una cuestión de adaptación y de química que dejó fuera de la cuestión a la música, 3 operadores de la heterogeneidad, como cuando todos detuvieron el bocado y miraron lo que tenían en la punta del tenedor. Discos: E.S. (2009) y La canción es una ficción (ensamble en vivo de E.S., Criadero en Seres y Cristian Castillo, de Perú, 2009, Amorloco). www.myspace.com/estadossonidos


LA REVOLUCIÓN ELECTRÓNICA · William S. Burroughs



“Liberar al virus contenido en la palabra podría ser más peligroso que liberar la energía del átomo. Porque todo el odio todo el dolor todo el miedo toda la lujuria están contenidos en la palabra.”

Publicado originalmente en 1970 y traducido en esta oportunidad por primera vez al español, La revolución electrónica reúne una serie de ensayos de carácter panfletario escritos por William S. Burroughs. Su finalidad excede los dominios de la literatura: en ellos establece su teoría sobre el carácter viral del lenguaje, y revela los detalles de una serie de experimentos sonoros y visuales cuyo fin es el terrorismo psíquico. En la medida en que el sistema viral de la lengua se reproduce con gran facilidad y condiciona toda actividad humana, el virus-palabra y su difusión massmediática puede volverse tanto un instrumento de control y sujeción mental, como un arma destinada a sabotear y anular esos mismos mecanismos. En La revolución electrónica, Burroughs explora la dimensión subversiva de la técnica del cut-up (aquella a partir de la cual estructuró sus novelas más experimentales en los sesenta) mediante el uso de dispositivos electrónicos como grabadores de cinta abierta y cámaras de video, con la voluntad expresa de liberar el virus contenido en la palabra y promover el caos social. La revolución electrónica es así un manual de instrucciones de sabotaje urbano y un compendio de experiencias audiovisuales orientadas a intervenir en ese campo de batalla que para Burroughs es la cultura.


Traducción: Mariano Dupont. Prólogo: Carlos Gamerro
Entrevista: Tamara Kamenszain
ISBN: 978-987-22492
134 páginas

FUROR PATAFÍSICO

Varias notas salieron en diversos medios a causa de las Jornadas Patafísicas Universales y de la edición de nuestra antología consagrada a las ciencias de las soluciones imaginarias. Acá algunas de ellas:

Domingo 13 de septiembre de 2009 / Página 12 - Radar.

Domingo 13 de septiembre de 2009 / Diario Perfil - Suplemento de cultura.

Sábado 5 de septiémbre de 2009 / Revista Ñ

Viernes 29 de septiembre de 2009 / BBC Mundo.


Jornadas Patafísicas Universales en uBuenos Aires

Del 10 al 24 de septiembre en el MALBA, el CCEBA y la Alianza Francesa

“¿Hay que desear que la 'Patafísica exista en Buenos Aires? Ya existía aquí como en todas partes antes que nosotros existiéramos y no necesita de ninguno de nosotros. Existirá siempre y no necesitará de nadie. Ni siquiera necesita existir. Pues no está obligada a existir para existir.” Doctor I. L. Sandomir. Su Magnificencia, Vicecurador – Fundador del Colegio de ‘Patafísica.

Para celebrar sus primeros 19.141 días de existencia, el Longevo Instituto de Altos Estudios Patafísicos de Buenos Aires recibe la visita de dos referentes clave del mismísimo Colegio de ‘Patafísica: Thieri Foulc y Carlos Grassa Toro, representantes de esa larga cruzada que tuvo en sus filas a René Clair, Jean Dubuffet, Raymond Queneau, Boris Vian, Jacques Prévert, Marcel Duchamp, Eugène Ionesco, Enrico Baj, Asger Jorn, Man Ray, Groucho Marx, Jean Baudrillard y Michel Leiris, entre tantos otros. Se presenta además el libro ‘Patafísica. Epítomes, Recetas, Instrumentos y Lecciones de Aparato editado por Caja Negra.

¿Qué es la ‘Patafísica?
Inmortalizada su irrupción por el genio anárquico y precursor de Alfred Jarry (1873-1907), la ‘Patafísica es la ciencia de las soluciones imaginarias, profusamente ilustrada en obras como la saga del Padre Ubú y las Gestas y Opiniones del Doctor Faustroll, indispensables como inspiración e influencia en cualquier historia de las vanguardias del siglo XX.




Programa

Actividades en el MALBA - Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires
Av. Figueroa Alcorta 3415. 4808 6560/45 | literatura@malba.org.ar


Viernes 18 de septiembre

19:00. Curso Superior de ´Patafísica en 4.290 segundos. Sex Appeal de las Soluciones Imaginarias. Por Rafael Cippolini. Biblioteca. Entrada libre y gratuita. Hasta completar la capacidad.
Lección introductoria a la ciencia famosa gracias a Alfred Jarry, a cargo de Rafael Cippolini, conductor del Longevo Instituto de Altos Estudios Patafísicos de Buenos Aires (Liaepba).

Lunes 21 de septiembre

18:30. Apertura

19:00. Entrevista a Thieri Foulc. Claves para penetrar una sociedad no secreta: el Colegio de ‘Patafísica. Auditorio. Entrada libre y gratuita. Hasta completar la capacidad.
Thieri Foulc, Provéditeur-Convecteur del Collège de ‘Pataphysique, dialogará con Rafael Cippolini, sobre pasados y presentes de la institución consagrada a las soluciones imaginarias.

20:30. Conferencia Popular de Carlos Grassa Toro. La ‘Pataphysica al alcance de todos y de nadie. Auditorio. Entrada libre y gratuita. Hasta completar la capacidad.
Presenta Mariana Chaud, actriz, dramaturga y miembro del Liaepba.

22:00. Proyección. Estreno del film El Zoo de Zaratustra. Derrame Patafísico-Patagónico. Auditorio. Entrada libre y gratuita. Hasta completar la capacidad.
Guionado y dirigido por Karin Idelson y Rafael Cippolini.


Miércoles 23 de septiembre
18:30. Presentación del libro. ‘Patafísica. Epítomes, Recetas, Instrumentos y Lecciones de Aparato. Biblioteca. Entrada libre y gratuita. Hasta completar la capacidad.
Participan Pablo Vladimir Andralis e Ignacio Virgilio Vázquez Le Monstre. Manual de textos patafísicos clásicos antologados y comentados por Rafael Cippolini, con traducción de Margarita Martínez, publicados por Caja Negra Editora.


20:00. Mesa redonda. La ‘Patafísica contra el tiempo. El desafío del Siglo XXI y la continuación. Auditorio. Entrada libre y gratuita. Hasta completar la capacidad.
Thieri Foulc, Carlos Grassa Toro acompañados en esta oportunidad por Damián Tabarovsky y Francisco Garamona –escritores y miembros del Longevo Instituto de Altos Estudios Patafísicos de Buenos Aires– se referirán al presente y al futuro de la ciencia del Doctor Faustroll y el Padre Ubú.

21:00. Brindis


Actividades en el CENTRO CULTURAL DE ESPAÑA EN BUENOS AIRES
Florida 943. Capital. Tel. 4312.3214 | info@cceba.org.ar

Jueves 10 de setiembre a las 10:00
Taller de ‘Patafísica Especulativa en 4.280 segundos
Accidentes extraordinarios. Animado por Rafael Cippolini
Descripta por Lacan como « trivialidad refinada de lapsus », la práctica patafísica reinventa ininterrumpidamente la excepcionabilidad, descubriéndola y señalándola en todas partes. Cómo hacer de una catástrofe, algo más que una obra de arte.

Jueves 24 de setiembre a las 10:00
Taller de ‘Patafísica aplicada
Pensar en cosas que pienso que los demás no pensarán
Impulsado por Carlos Grassa Toro
A partir la frase de Boris Vian pronunciada el 25 de mayo de 1959 en France 3 (que más exactamente es de Victor Boucher, uno de sus personajes), el Regente del Colegio de ‘Patafísica revelará precisiones formales del hacer patafísico.


Actividades en ALIANZA FRANCESA DE BUENOS AIRES
Córdoba 936/946. Capital. Tel 4322.0068

Miércoles 21 de septiembre a las 11:00
Presentación. Atención: La Pintura Potencial! Por Thieri Foulc. Homenaje al Regente Jack Vanarsky.
Presentación de Oupeinpo (acrónimo de Ouvroir de Peinture Potentielle, esto es Taller de Pintura Potencial) creado en 1980 por Françoise Le Lionnais, Thieri Foulc y Jacques Carelman.

PARALELAMENTE A ESTAS JORNADAS PUBLICAS SE ESTARÁN REALIZANDO UNA SERIE DE ACTIVIDADES ALGO MÁS ESOTÉRICAS DIRIGIDAS A INICIADOS EN LA 'PATAFÍSICA. QUIENES ESTÉN INTERESADOS PUEDEN SOLICITAR EL PROGRAMA A cajanegra@gmail.com





'PATAFÍSICA: epítomes, recetas, instrumentos y lecciones de aparato • VVAA


La Patafísica o “ciencia de las soluciones imaginarias” es un saber inventado por Alfred Jarry a fines del siglo XIX. Antes que inteligir el mundo, su tarea es la de destruirlo y hacerlo formulable de modo distinto al acostumbrado. No posee claves, pero sí un heterogéneo corpus de textos que ha cimentado los movimientos estéticos más revulsivos del siglo XX. Este volumen intenta recoger algo de toda esta diversidad: textos inéditos de Alfred Jarry que refieren a la ‘patafísica en tanto disciplina, selección de narraciones y ensayos de artistas y escritores (Paul Valéry, Raymond Roussel, Erik Satie y otros) que han nutrido al Colegio de ‘Patafísica antes de su creación en 1947, textos inéditos de dos patafísicos de culto, René Daumal y Julien Torma, y un conjunto de documentos que testimonian la singular arquitectura, el exuberante y excéntrico imaginario institucional y las primeras actividades del Colegio de ‘Patafísica y de su capítulo argentino, el Instituto de Altos Estudios Patafísicos de Buenos Aires.

Traducción: Margarita Martínez.
Introducción, logística, digreciones y notas: Rafael Cippolini.
ISBN 978-987-1622-00-9
364 páginas.

Emilio Bernini sobre la primera persona en la poética de Jonas Mekas



Acá la mágica intervención con la que Emilio, prologuista del libro, coronó la presentación de
Ningún lugar adonde ir en el CCMOCA....


Me interesaba en esta ocasión retomar una cuestión que está planteada hacia el final del prólogo, y que precisamente por eso no está más que esbozada, relativa a la primera persona en el documental de Mekas sin la cual no puede concebirse; me refiero justamente esa primera persona que se configura en el diario, en Ningún lugar adonde ir y, que, en general, suele asociarse con el documental de primera persona contemporáneo, que es, se puede decir, el documental contemporáneo por excelencia. Si hay una característica contemporánea del documental actual es precisamente ese pasaje al polo de la primera persona cuando en la historia del documental siempre se trató de la narración o la representación del otro, cultural, social, político, étnico, trabajador. En la historia del documental la representación del yo estaba ante todo prohibida, porque en esa inter-dicción –esto es, que el cineasta no dijera su yo- se aseguraba la condición objetiva del documental y se fundamentaba pues el documental. El documental contemporáneo, en su forma más innovadora, termina con esa interdicción porque hace de su objeto a los cineastas mismos, que hablan de sí y crean sus propias imágenes. Hablar de sí, escribir sobre sí, filmar sobre sí, es una modalidad cada vez más extendida, que no implica solo al documental, sino a la cultura contemporánea misma: desde la última literatura argentina que la crítica ha denominado ya como la “literatura del giro autobiográfico” (que incluye por lo menos La vida descalzo en Villa Gesell y otras playas, de Alan Pauls, Un año sin amor de Pablo Pérez, su diario del HIV, y Maniobras nocturnas de Edgardo Cozarinsky, sobre el servicio militar en su juventud, por nombrar deliberadamente a escritores de tres generaciones distintas) pasando incluso por el teatro argentino e internacional como Crudo de José María Muscari, o como La noche que Larry Kramer me besó, de David Drake, obras que están actualmente, al mismo tiempo, en cartel o que lo estuvieron hasta hace muy poco, hasta la actual proliferación inabarcable, para cualquiera que se interese por ellos y quiera leerlos, de blogs de la intimidad, y también de páginas personales de internet.
Si uno quisiera establecer una primera distinción entre la autobiografía de Mekas y los relatos autobiográficos contemporáneos, en cualquiera de las formas en que se expresen, podría decirse que hay algo del orden de la experiencia que es irreductible. Desde luego que, en un punto, toda experiencia personal es irreductible, e incluso intransferible aun cuando haya la posibilidad de su relato o de su comunicación, pero en Mekas la experiencia es, además de personal, se diría, histórica. En Mekas hay aquello que habría que considerar como un lado público, político, de la experiencia que hace, efectivamente, histórica la experiencia más personal y más subjetiva, que hace histórico lo más íntimo. Por la lectura de su diario sabemos que esa experiencia está constitutivamente relacionada con la persecución política, de signo nazi y de signo stalinista, y con la segunda guerra mundial, en particular con los campos de trabajo forzados y con los campos de refugiados, pero también con la diáspora que la guerra europea impuso a las poblaciones y en consecuencia con la emigración a América. En este sentido, se trata de una vida, la de Mekas, constituida bajo la forma del asedio, de la amenaza, del peligro mismo de la extinción, y en la que el traslado constante, al menos hasta llegar a Estados Unidos, se impone por supervivencia. En Mekas ese asedio de la vida por la política, por motivos originados en la política, lleva por supuesto a una repulsa no ya de toda acción política, sino de todo proyecto político, algo que está en la base de su pacifismo marcado por la influencia del budismo en alguno de sus amigos beatniks, como Allen Ginsberg, pero también por su relación con los músicos de rock como John Lennon y Yoko Ono. Pero esto no quiere decir, desde luego, que su experiencia no sea finalmente la de una vida atravesada por la política y la historia. A eso me refiero con irreductibilidad de la experiencia en Mekas.
A partir de esto, sería posible afirmar que la experiencia contemporánea, quiero decir, la experiencia que es material de los relatos en primera persona contemporáneos, no posee el mismo carácter histórico, no porque en la contemporaneidad no haya acontecimientos políticos de magnitud, desde luego, sino porque esos acontecimientos no están en la definición de la experiencia de quienes asumen la narración de su vida. Dicho de otro modo, la narración de la propia vida en la contemporaneidad no depende ya de experiencias que se han visto afectadas, o que han sido constituidas, por la vida histórica o política. Incluso, en la narración contemporánea de sí, no es tampoco la vida pública (no ya la vida política) la instancia en la que el autobiógrafo busca aquellos motivos que pudieron incidir en la formación de su subjetividad. Basta tener en cuenta, para comprender esto, el documental de Jonathan Caouette, Tarnation, uno de los documentales contemporáneos más célebre, y más celebrado, por sus innovaciones formales y por la historia que allí se narra. En la narración de su vida, que sin duda implica la de su madre, cuya enfermedad es en gran parte consecuencia de los tratamientos que recibió en instituciones públicas, Caouette no busca encontrar allí razones de su estado, no ya bajo la forma de algún tipo de protesta sino ni siquiera bajo la forma de la queja. Algo similar, diría yo, ocurre con el diario de Pablo Pérez, Un año sin amor, donde sin duda la experiencia de la sexualidad y de la enfermedad son decisivas en la formación de la subjetividad, pero donde la vida misma está replegada en las prácticas eróticas y sexuales de elección, en la deriva a que esas prácticas llevan, sin rastros de lo público salvo aquellos que es posible notar aún en los dispositivos de control de la medicina.
En la medida en que la vida se aleja de lo público, en la medida en que el sujeto se repliega más sobre sí, la narración se vuelve algo más banal, pero también por eso mismo más novedosa y, en efecto, innovadora, en los términos de la narración autobiográfica literaria, puesto que la autobiografía siempre estuvo autorizada por la historia del sujeto que se narra, por su importancia en algún campo del saber, de la política, de la cultura, y también novedosa e innovadora en los términos de la tradición del documental. Del mismo modo que el documental históricamente prohibió la representación de sí, impidió también la banalidad del registro, porque el documental se fundamentó siempre en la importancia (social, política, étnica) de su tema o de su objeto, es decir, en la importancia de aquello que daba a ver con sus imágenes. De modo que no habría que considerar ese crecimiento de la banalidad como una falla, un defecto, o un desmérito del documental de sí o de las narraciones de primera persona, porque en la narración de esas intimidades despejadas del horizonte de lo público, no solo es posible ver algo más o menos evidente, esto es, el fracaso contemporáneo de la política en términos históricos y el triunfo de las políticas neoliberales durante las últimas décadas, por lo menos hasta la crisis global de nuestro presente.
No solo es posible ver eso, que es más o menos obvio. Más bien me interesa, respecto de esto, por lo menos, otras dos cosas. Una, lo que sería posible considerar como una imposición extensiva de la tecnología del blog que, se puede decir así, constituye toda una tecnología del yo, en ya que no solo habilita sino que produce, en el sentido de que demanda o incentiva, toda una discursividad de sí, la producción de discursos de la intimidad, de las pasiones privadas, la narración de los aspectos más nimios de la propia historia, en un grado que no tiene precedentes y que hace a cada sujeto que se narra a sí mismo, en el nuevo dispositivo tecnológico, sino más pleno, más completo, porque se expresa, y, en todo caso, si se quiere más libre, si se considera que puede decir de sí todo lo que quiera; y, además, cuenta, en esa confesión de sí, con lectores, con auditores o con espectadores, que siempre de alguna manera o de otra van a responder a su discurso. Y dos, que esa tecnología conduce a puestas en escena (en el teatro, en la literatura, en el cine) de acuerdo a ese modelo de narración y exhibición de sí, que es lo que estoy llamando, a falta de otro término mejor, la tecnología del blog. Pongo como ejemplos de esa puesta en escena de la tecnología del blog, la obra de teatro Crudo, de José María Muscari, cuya puesta en escena depende necesariamente de esa tecnología, es impensable sin ella, y en este aspecto es una de las obras más banales y más obscenas en su banalidad (y probablemente ahí resida cierta radicalidad de su obra); la novela de Daniel Link, Monserrat que, como se sabe, está armada con sus textos publicados en su blog, “linkillo: cosas mías”; y no es menos cierto que Tarnation se alimenta del formato casero del video, esto es del videohome que, yo diría, es un análogo tecnológico del blog, en la medida en que también induce al registro de la imagen de sí. Si fuera posible decirlo así, afirmaría que el crecimiento de la banalidad, promovido por la tecnología, ocurre junto con el decrecimiento de la experiencia histórica, la experiencia que antes, refiriéndome a Mekas, llamé irreductible. Suponer entonces que el documental de primera persona de Mekas anticipa o es el antecesor necesario del documental de sí contemporáneo, es pasar por alto estas diferencias, además de considerar las relaciones entre documentales en un sentido evolutivo. Sin duda, el mejor texto donde es posible captar esa diferencia es, justamente, el diario de exilio que presentamos hoy, Ningún lugar adonde ir, además de, por supuesto, las películas que podrán verse en este pequeño ciclo.

Presentación de "Ningún lugar adonde ir" de Jonas Mekas en el CCMOCA



El Jueves 28 de mayo 2009 presentamos en el Centro Cultural MOCA el libro Ningún lugar adonde ir de Jonas Mekas, uno de los máximos exponentes del cine experimental norteamericano y del New American Cinema Group.
Proyectamos Reminiscences of a Journey to Lithuania (1972, 88’), film en el que a partir del registro en tres capítulos de la vida cotidiana de los inmigrantes en Brooklyn, de su Lituania natal, y por último el encuentro en Viena entre Jonas Mekas y su amigo y director autriaco Peter Kubelka, la idea de hogar es definida como una intersección metafísica atravesada por la unión, la separación, la añoranza y la transformación.
Luego Emilio Bernini (prologuista del libro y director de la revista Kilómetro 111. Ensayos sobre cine) y Silvia Schwarzböck (Kilómetro 111, Otra parte) dieron una charla sobre el libro y la obra de Mekas (más adelante subiremos la transcripción de sus intervenciones) y para finalizar Martín Hendler musicalizó la velada con una selección de extravagancias newyorkers. Este evento además dio comienzo a un ciclo con sus películas que programamos en el MOCA durante los meses de Mayo y Junio.
van unas fotos......






fotos: Laura Esteras

"Ian Curtis / Joy Division. Reversiones " por Ana Guillot

Reseña aparecida en la revista virtual No-Retornable.
www.no-retornable.com.ar





“…detrás del árbol/ vestido de negro resplandece/

es hermoso…” (Graciela Caprarulo. El clan de la cicatriz)




Es bello Lucifer. Su esmeralda brilla a contrapelo y desata vendavales de opinión: ¿se trata realmente de un ángel?, ¿se trata realmente de un ángel caído?, ¿o es, más bien, un hermano referencial; un ser ontológicamente semejante al humano? Potente en las dicotomías que genera, tanto en las religiones establecidas como en las lecturas esotéricas de las mismas, se yergue, arquetípico y ávido, en su deseo: ser como los dioses, sorber y aprehender la totalidad (que, paradójicamente, al nombrarse, deja de ser aquello inefable que pregona). Su esmeralda refulge; es, justamente, su brillo el que deslumbra. Y ya se sabe: luz y sombra son, entitativamente, dos aspectos de la misma coordenada. Basta decidir hacia qué extremo habrá de dirigirse cada uno. Desde el post-romanticismo y, más precisamente, a partir del decadentismo inglés, la literatura se fue abriendo en corrientes que alentaron, no sólo la irrupción de lo feo (como en el barroco el anti-héroe, el pícaro de El lazarillo de Tormes; o la demarcación de lo grotesco en Gargantúa y Pantagruel) , sino su exaltación reverencial. Los poetas malditos (básicamente franceses: Rimbaud, Mallarmé, Baudelaire) y la rama que intensifica la vuelta a lo gótico (originada en la zona más hermosamente oscura del medioevo) son los corolarios de una tendencia que se asentará, luego, en algunos autores del existencialismo y del nihilismo del siglo XX. Y que encontrará su correlato más fervoroso en la corriente punk de dicho siglo y del XXI. “Oh Tú, Ángel sabio y bello, de alabanzas privado, / Dios que fue por la suerte adversa traicionado…”. Así comienzan Las letanías de Satán de Charles Baudelaire. “Tú, que el rincón conoces de tierras envidiosas/ donde ocultó el celoso Dios las piedras preciosas…” continúa. Una enorme, intensa reivindicación de todo cuanto es apartado y denigrado en nombre de las buenas costumbres y del “deber ser”. Por indigesto, por peligroso, por diferente. Como si ese costado de lo humano y, más aún, de lo sagrado no existiese; cuando, en realidad, todos experimentamos su reverbero en cada experiencia vital. Sólo se trata de decidir en dónde nos situamos.
Los cultores de “aquel lado” no son más que ávidos buscadores de algún referente que finalmente los acerque a una potencia suprema, ilimitada, subyacente y/o raigal. Más allá de dogmas, modas, convencionalismos; más allá de la finitud y decadencia biológicas. Rebeldes, transgresores, demonizan lo que, en realidad, es también fruto de la luz. “¿Vienes del hondo cielo o del abismo sales,/ Belleza? Tu mirar, infernal y divino,/ vierte confusamente beneficios y crímenes,/ por lo que se te puede comparar con el vino.” Baudelaire y su Himno a la belleza habilitan la idea de que lo supremo encandila, permea los ojos con su alucinado fulgor. Ícaro no pudo, y se quemó las alas. Buscadores aparentes de las sombras, o indagadores de la polaridad, los “malditos” no hacen más que iluminar el costado infernal de la naturaleza. Lucifer es bello; su esmeralda, irresistible. Hijos de las corrientes antes mencionadas, insertos en una sociedad “post-casi todo”, dejan un testimonio elocuente y visceralmente doloroso de su época. La sociedad de consumo nos consumió, y se llevó con ella el fragor de las grandes alturas. Emergentes de un mundo encajonado, dolorosamente vulgar, estereotipado (como la máquina de triturar niños en Another brick in the wall de Pink Floid) , autoritario, centrado en el poder de lo económico, hiper-racional y deshumanizado; y carentes, ellos, de cualquier arquetipo absoluto y portador de valores, se insertan en lo urbano (que no logrará tampoco satisfacer sus vértigos y exaltaciones), ejerciendo una genuina búsqueda, o actuando en sí mismos (y en sus cuerpos) la decadencia que denuncian. Parece no haber límite para la inmersión en los “paraísos artificiales” que proponía Baudelaire, o en las alucinaciones y el desarreglo de los sentidos de Rimbaud. El arte en general (visuales, literatura y música) amamanta esta gótica exaltación.
No escapa a ello Ian Curtis (Manchester, 1956/ 1980). Su corta vida lo atestigua; aunque no parece pertinente detenerse en sus experiencias, sino en el producto de las mismas. Ian Curtis/Joy Division y las reversiones de sus letras, que trabajaron Mariano Dupont, Andi Nachon, Walter Cassara, Violeta Percia y Roberto Echavarren es, en primer lugar, un bello objeto: austero, minimal, sencillamente estético, despojado. En él nada resalta más que la poesía de Curtis. Y eso es su mayor mérito. Todo se mantiene en segundo plano, salvo el autor a traducir y a considerar; a pesar de que la tentación podría haber derivado en exagerar los matices, ya sea de la tapa, de la contratapa, o de su interior. Diego Esteras y Ezequiel Fanego abren la edición con una presentación clara y orientadora, y cumplen (con creces) el objetivo: que “algo de esa completa fábrica de sonido que es Joy Division reaparezca en la escritura y pueda ser recibido en nuestra lengua”. Como en la tapa de “Unknown Pleasures” que mencionan (y que muestran en una pequeña ilustración), ellos también desproveen a esta edición de cualquier otra información tipográfica más que la indispensable. “Pero si sólo pudieras ver la belleza” dice simplemente la contratapa (que, además, explica con brevedad la intención de que el libro sea leído como la traducción de las letras al castellano, sostenida por la traducción de la experiencia de la música a la escritura poética). En ese sentido, se avanza en el corpus como si no fuera plural la voz de los traductores. Es probable que cada uno haya elegido sus poemas por empatía personal. Pero otro logro de la obra es su impresión de absoluta totalidad: se lee a Curtis de cabo a rabo. Simplemente como un libro subdivido en secuencias o capítulos.
“Por aquí, pasen y vean.”, ofrece el primer poema, Exhibición de atrocidades; “Elogiemos la gloria de amados que se fueron/…Lloré como un niño, aunque estos años me hicieron viejo,/…Jugué junto a la puerta del fondo del jardín/…Sólo miro los árboles y las hojas caen.”, concluye el poema final Lo eterno. Entre ambos, el espacio polisémico refuerza la carga semántica de algunos tópicos recurrentes: la transitoriedad, lo efímero, la desesperanza; el genocidio de un planeta que no parece reparar en sus atrocidades; la impotencia de un observador que ve caer la arquitectura de dicho planeta y que nada puede hacer por sostenerlo, ya que ni siquiera sería posible acomodar la propia estructura. Casas y rostros se parecen. Se adolece, pues, de anonimato y de anomia. No hay intimidad, ni lazos afectivos que atenúen el exilio vertiginoso en esta tierra ( “ningún lugar donde quedarse, ningún lugar adonde ir”). Profetas que no lo son, verdugos que esperan, amigos que no se encuentran en este “paraje solitario”.
Trasmisión trae reminiscencias (en la propuesta, en el clima, en el efecto) del cuento El enorme aparato de radio (1954), de John Cheever. No se sincroniza amor al ritmo de ese show, y otra vez la experiencia se terceriza a través de algún medio de comunicación que, en lugar de cumplir su verdadero cometido, dificulta el intercambio; lo hace extraño y externo. Se baila sin ton ni son, casi carnavalescamente (entendiendo: máscara, bifrontalidad, desenfreno, bacanal), tal como observa Mijail Bajtín acerca de los sub-textos en la obra de Rabelais. Zoológico desplegado, instrumento que se inserta en el cuerpo y lastima, “que esta verdad pase”, “que este día no dure más y nunca”. Enloquecedora sucesión de “encendidos” y “apagados”, que podrían interpretarse como noches y días que devienen alucinados, o como cortocircuitos en la red interior (y exterior) del sujeto, o como puro mecanicismo a la hora de intentar algún acercamiento (propio y ajeno). Entre semejante bipolaridad, y algunos trasmisores ocultos que todo lo escuchan, sobresale Ella perdió el control (aparentemente una dramática anécdota en la vida de Curtis en referencia a una amiga que padecía epilepsia igual que él), como corolario dramático (dramático también como teatral) de la atmósfera. Otra vez bacanal extrema, cuerpo y mente atomizados. Muy interesante los encabalgamientos en los cortes de estrofa a estrofa, como si algunas palabras fueran a caer a un precipicio: “Y cómo o bien por qué…”/ “Paralizada y…”/ “Ella…”/ “otra vez ella…”.
Komakino dirige al lector al epicentro de la agonía. ¿Cómo aliviar este vendaval de sistemas programados, de auto-explosión en cadena a punto de comenzar? El conflicto interior se agrava con los problemas externos: “…las preguntas son apropiadas, pero las respuestas/ no coinciden con mi forma de ver las cosas.”, dice. En los cuentos infantiles, el medio era también francamente hostil para el patito feo, pero éste devenía en cisne y comprendía su origen y su identidad. Nada de esto ocurrirá aquí: en este espacio no ha de haber recupero ni integración. Sólo el malestar de sentirse “empujados al límite”, golpeando en la “más oscura cámara del infierno”. Padres intranquilos, sonido de hogares que se rompen: no habrá tampoco entonces castillo de cristal, ni beso que selle un final feliz. “Una colonia de Dios”, dice. ¿Colonia como colonización, como espacio a dominar/ser dominado?, ¿como grupo de viviendas semejantes o construidas con idea urbanística de conjunto?, ¿colonia como grupo o sumatoria de animales de la misma especie, conviviendo en un territorio limitado?, ¿o colonia como proliferación vegetativa, en general por gemación?, ¿de gérmenes? Todo cabe en la quebradura.
Con No recuerdo nada aparece un recurso también llamativo: el punto como grafía, seguido de minúsculas (esto se reitera en otros poemas: “violento.violento”, por ejemplo). Puntuación exótica, rebelde, diferente; pero también discurso disruptivo, sin límites internos o convencionalmente estipulados. Desorden sintetiza con angustiante claridad: “Tengo el espíritu/pero pierdo el sentimiento// La sensación,/ La emoción/ El sentimiento”. Un hombre se espera a sí mismo, en medio de su culpa y cargas excesivas. “Demasiada carga lleva el asno/ el asno/ la carga/ …// algo sustancial/ en el cuerpo se rompe”, dice la poeta argentina Isabel Krisch en su libro Apenas una línea, roja; y parece cantar a dos voces con Curtis. Cierra el capítulo Edad de hielo: igual que en la Divina Comedia, nada podrá sostenerse ni encontrará su lugar en el frío. Lucifer, bello pero estático, absolutamente pétreo, aguarda a Dante en el último círculo del infierno. Finalmente, Marcharon en línea aborda el tema de la guerra (¿o de los uniformados en una era glacial?). Con él, vuelve The Wall, de Floyd. ¿Veinticuatro horas o toda la eternidad para esta depredadora pesadilla? Algo tendrá que romperse antes de que el destino lo capture.
En medio de bellas, pero siempre perturbadoras o escalofriantes imágenes; con versos dispuestos en estrofas y, a veces, desplazados, pero con la elocuencia sencilla de lo que no tiene vuelta, la poesía de Joy Division magnetiza al lector en una zona neurálgica y desesperanzada. El libro se cierra con las versiones originales, la discografía del autor y un breve CV de cada uno de sus hábiles, eficientes traductores. “Yo soy el imperio al fin de la decadencia”, dijo Verlaine. “Debo encontrar otra terapia, este tratamiento tarda demasiado…”, dice Curtis. Lucifer es bello; su esmeralda resplandece en el hielo, todavía.





JLG/JLG • Jean-Luc Godard



Durante la década que va de 1988 a 1998, Jean-Luc Godard se abocó al proyecto monumental del poema y film-ensayo "Historia(s) del cine". En ese mismo período realizó numerosas películas con similares características formales y conceptuales, entre las que se destaca "JLG/JLG, autorretrato de diciembre." El poema que aquí publicamos proviene del film homónimo e insiste sobre la constelación de interrogantes abierta por "Historia(s) de cine": la memoria política del siglo XX, el cine como espacio privilegiado para auscultarla y la pregunta por el lugar de la propia obra en ese relato; en definitiva, la tumultuosa zona de convivencia entre política, arte y biografía. pero mientras que en "Historia(s) del cine" Godard piensa la historia a través del cine, en JLG/JLG es su propio trayecto vital el que servirá para proyectar la historia de un siglo y de su arte.

Traducción: Tola Pizarro y Adrián Cangi. Prólogo: Adrián Cangi.
ISBN: 978-987-22492-9-8
134 páginas

NINGÚN LUGAR ADONDE IR · Jonas Mekas




Ningún lugar adonde ir es el diario del largo exilio que Jonas Mekas emprende en 1944 tras huir de su pequeño pueblo en Lituania por razones políticas. Ese extenso viaje involuntario incluye campos de trabajo forzado, campos de refugiados, desplazamientos obligados con destino incierto y su desembarco en Nueva York, donde se instala definitivamente e inicia su actividad cinematográfica. La nostalgia que no termina nunca, el estilo fragmentario, el insistente y solitario registro del mundo que lo rodea son la primera formulación de lo que Mekas desplegará posteriormente en sus films-diario; por eso la importancia de estos escritos radica, antes que en su carácter testimonial o biográfico, en que ellos fundan la poética de la intimidad que caracterizará toda su obra.

Jonas Mekas (Semeniškiai, Lituania, 1922) es, además de poeta, uno de los máximos exponentes del cine experiemtal norteamericano y del New American Cinema Group, movimiento contracultural de directores independientes que surgió en Nueva York en los años sesenta como alternativa al cine de Hollywood, y del que fue su fundador y portavoz oficial. Desde la dirección editorial de la revista Film Culture, desde su columna en el semanario The Village Voice, y con su trabajo al frente de los Anthology Film Archives, uno de los más exhaustivos archivos de cine experimental en el mundo, sentó las bases estéticas para esta nueva vanguardia cinematográfica que contaba entre sus filas con John Casavettes, Robert Frank y Andy Warhol, entre otros. Durante esa época estuvo estrechamente involucrado con la escena underground neoyorquina, el pop-art y el grupo Fluxus, vinculándose con figuras como George Maciunas, Allen Ginsberg, The Velvet Underground y Yoko Ono. En cuanto a su labor como director, Jonas Mekas es principalmente conocido por sus películas-diario, como Walden (1969), Lost, Lost, Lost (1975), Reminiscences of a Journey to Lithuania (1972), y As I Was Moving Ahead, Occasionally I Saw Brief Glimpses of Beauty (2001). Durante el 2007, Mekas publicó en internet 365 cortometrajes, uno para cada día del año.


Traducción: Leonel Livchits. Prólogo: Emilio Bernini
ISBN: 978-987-22492-6-7
254 páginas