K L U G E F E S T


Presentación de 120 historias del cine de Alexander Kluge
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Estreno exclusivo de la versión completa de la película Noticias de la Antigüedad Ideológica. Marx - Einsenstein - El Capital





>> Jueves 19 de agosto 19.30 hs.:
Presentación de 120 historias del cine de Alexander Kluge.

Lectura y breve proyección de cortos >>
charlan sobre el libro David Oubiña y Pedro B. Rey

Auditorio del Goethe-Institut: Av. Corrientes 319
Entrada libre y gratuita



>> Viernes 20 al domingo 29 de agosto: Estreno exclusivo de la versión completa (570 minutos) del film "Noticias de la Antigüedad Ideológica. Marx - Einsenstein - El Capital".

Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín. Av. Corrientes 1530



En noviembre de 1929, pocos días después del crac de la Bolsa de Nueva York, el realizador soviético Sergei Eisenstein visitó al novelista James Joyce en Paris. Eisenstein no se venía con minucias: quería hablar con Joyce sobre el magnum opus de un tercero, Karl Marx. En concreto, Eisenstein le confesó a Joyce su idea descomunal de filmar El capital, y también Ulises del propio Joyce, e incluso de filmar El capital según la estructura narrativa del Ulises: un día cualquiera en la vida de un trabajador.
Lo cierto es que ya desde 1927, sin siquiera haber terminado de montar Octubre, Eisenstein había empezado a redactar notas: “Está tomada la decisión de filmar El capital, según Karl Marx”. Su proyecto, se sabe, jamás se concretó. 81 años después, sin embargo, uno de los artistas más lúcidos de Alemania, fue tras las huellas de Eisenstein, y cumplió con el propósito de éste de llevar al cine la obra principal del gran filósofo alemán. “El plan de Eisenstein de filmar El capitalpequeño tributo”, dice Alexander Kluge, y en sus palabras no hay un ápice de ironía. Su homenaje devino en cambio una película-ensayo de casi diez horas; una monumental y osada composición de imágenes montadas y secuencias fílmicas, documentales y de ficción.
“La Bolsa no debe estar representada por la 'Bolsa', sino por miles de pequeños detalles”, había anotado Eisenstein que, con criterios como este, se proponía volver a revolucionar el cine de la época dándole a la película una estructura narrativa no lineal. Así fue exactamente que Kluge llevó a cabo su memorial: una obra minuciosa, capituliforme, de dramaturgia esferoidal. Un ensayo cinematográfico que habla de Marx en el lenguaje de Hölderlin, se deleita en excursos de música contemporánea y óperas wagnerianas ―como una puesta en escena de Werner Schroeter sobre la reencarnación de Tristán desde el espíritu del Acorazado Potemkin―, y entrevista a los principales pensadores vivos de Alemania: Hans Magnus Enzensberger sobre el Viernes Negro de 1929; Peter Sloterdijk sobre las metamorfosis de la plusvalía; Boris Groys sobre los bioscomistas y la utopías biopolíticas en la Rusia de 1917; Jürgen Habermas, Oskar Negt, Joseph Vogl. Con retórica sofista, toda la obra sostiene la pervivencia de la Antigüedad en la obra marxiana. Malabarista de sutilezas, Kluge releyó El capital y buscó desquiciadamente las imágenes que hoy podrían traducirlo.